viernes, 22 de mayo de 2015

DETECCIÓN DE TALENTOS EN LA MARCHA ATLÉTICA


PROSPECCIÓN

Como en cualquier actividad deportiva la detección de atletas de futuro alto rendimiento va a depender de la cantidad de jóvenes atletas que pasen por nuestras manos. Es pura estadística. ¿Quién domina el medallero en los campeonatos internacionales, temporada tras temporada? Los países con más población. Por tanto apliquemos esta realidad a nuestra pequeña escala. Si no vienen los atletas los tendríamos que ir a buscar y uso el condicional porque soy consciente de la dificultad que esto entraña.

¿Qué edad sería la mejor para iniciar a una niña o un niño en el atletismo? A mi entender sobre los 9 o 10 años en escuela de atletismo y cierta especialización ya en infantil, pero esto no es dogma de fe y se que lo que expongo va a ser muy discutible y controvertido.

Por tanto las escuelas de atletismo de los clubs son fundamentales para este trabajo. Estas han de tener monitores bien formados y entrenadores especialistas en cada una de las especialidades de atletismo (especialistas en velocidad-vallas, saltos, lanzamientos, fondo-mediofondo y marcha atlética) que no sólo supervisen la tarea del monitor si no que han de ver a los benjamines, alevines e infantiles con regularidad.
Esto sería lo ideal, luego el día a día y la gestión de los recursos nos devuelve a una realidad que es testaruda.
La escuela de atletismo bien dirigida ha de tener como propósito que todos los niños pasen por todas las especialidades. Con esto vamos a conseguir dos objetivos fundamentales:

1.     La detección temprana de las habilidades y capacidades naturales.

2.     Empatía entre todos los atletas, evitando el clasismo entre especialidades. Es decir, que los atletas no vean a ningún atleta de una especialidad que no sea la suya como un bicho raro, ya que todos han practicado de todo, incluida la marcha atlética.


ENTRENAMIENTO

Aunque estemos ante unos atletas en ciernes, se impone la planificación, tanto de sesiones como la frecuencia con la que ves a estos niños.
Es importante el tener un registro de los niños que nos llaman la atención por su predisposición natural, pero ningún niño/ña es descartable ya que cada individuo tiene su maduración psicomotriz  propia.

Voy a pasar a definir el método de detección que uso con un grupo nuevo:

-          Los ejercicios de técnica, que  hoy en día ya están ya muy difundidos, sobre las líneas delimitadoras de calles de las pistas de atletismo. Encontramos infinidad publicados en red.
-          Usaremos estos ejercicios para, de una forma natural, conseguir la transición del puro andar a la marcha. Cuidar mucho el no aturdir al los niños/as con cuestiones de reglamento. Sirve de muy poco entrar en el reglamento, ya que se puede hacer muy abstracto a estas edades el reglamento de la marcha que para los adultos es relativamente fácil de entender.
-          Una vez acabada esta transición del andar al marchar, ya tenemos pequeños marchadores. Ahora es el momento de verlos en acción y para esto necesitamos visualizar la técnica/estilo (diferenciaré más adelante estos conceptos que se solapan y confunden), para esto montaremos un pequeño circuito con conos de 30 metros de cuerda de forma más o menos elíptico, y les pediremos que de tres en tres hagan una pequeña competición entre ellos.
-          Serán tres series sobre este circuito. Una de 1 vuelta, otra de 2 vueltas y otra de 3 vueltas. Lo que se quiere conseguir, es detectar a velocidad quien tiene talento natural. La forma del circuito elíptico y la velocidad nos ayudaran la observación
-          Al finalizar haremos un registro del atleta (asociar cara-nombre). Intentar que esto pase desapercibido para que ningún atleta se vea discriminado y el mismo se autodescarte para la especialidad. Naturalidad y sentido común, intentar que el entrenador lo registre de forma memorística, para evitar destacar a nadie delante del grupo.
-          Nos encontraremos con un pequeño número de atletas que tienen un “estilo” natural, hablamos de uno o dos de cada diez, sin distinción de sexo. En mi experiencia no he encontrado diferencias entre niñas y niños en el momento de asimilar la técnica.
-          Podemos hablar de técnica o estilo, pero no son sinónimos. Para mi los separa pequeños matices. La técnica engloba aspectos más relacionados con el reglamento, en cambio el estilo más con la elegancia, la economía de energía y la predisposición natural.


GESTIÓN DE LA PRECOCIDAD

Una vez tengamos detectados estos atletas podemos programar ver a estos benjamines y alevines, entre 2 y 3 sesiones al mes, a los infantiles un mínimo de 1 sesión semanal.

Nos podemos encontrar con atletas que fácilmente consigan registros entre 5 y 6 minutos el km y tenemos que saber gestionar esta precocidad.

Ellos mismos y el calendario de competiciones nos van a exigir que se vayan decantando cada vez más hacia la especialidad.

El número de sesiones semanales totales (no de marcha) aconsejable sería el siguiente: Benjamines, alevines e infantiles: 2 sesiones entre semana + competición (cada 15 días, esto estricto. No se puede competir cada fin de semana).
A partir de infantil podemos introducir un entrenamiento el fin de semana que no compitan.

A partir de cadete, aquí si que el atleta tiene que estar completamente especializado: 3 sesiones entre semana + competición, igualmente cada 15 días, aunque el calendario a veces nos hace abjurar de nuestras convicciones, hablo de campeonatos importantes a nivel individual y también de club (recordar que los marchadores/as cadetes ya son reclamados para las ligas de club).


GESTIÓN DEL ENTORNO DEL NIÑO/A

La familia es fundamental en el desarrollo del futuro atleta. Hay que encontrar un equilibrio entre la inexistente implicación de los padres y la injerencia que a veces puede llegar a ser asfixiante. Intentar mantener a los padres al margen lo más posible de los aspectos técnicos, ya que puede complicar mucho tu trabajo.

A nivel personal decir que este aspecto es lo más ingrato que encuentro en el trabajo de entrenador de atletas de promoción y el que más problemas me ha suscitado.

El auge del running y la gran oferta de carreras populares, nos hace que atletas que sobrecompiten con sus padres, al margen de entrenador y con el desconocimiento de este. Estas competiciones son, al fin y al cabo, sesiones de entreno que no contabilizas ni controlas, que sobrecargan al niño/ña. Mi consejo es ser tajante desde el primer día. El número de sesiones y competiciones las decide el entrenador. Si no convencen tus métodos a la familia, lo mejor es cortar la relación profesional. Son situaciones larvadas que te acaban estallando en la cara tarde o temprano.

En cuanto a la incomprensión de la descalificación de un niño hay que mantenerse al margen. Explicar al niño y a la familia que esto es la marcha y que el reglamento es el mismo para un atleta de 10 años que para uno de 20, que no dista mucho una descalificación en marcha, de tres nulos en longitud o en triple. Si no lo entienden o montan folclore en la misma pista a los jueces, hay que pedir que reflexionen y que si es necesario invitarlos que dejen de competir en marcha atlética.



Ricard Pueyo Ministral
Entrenador nacional de atletismo
Atleta olímpico en Seúl 1988
Medallista bronce Junior Atenas 1986

ricardpueyo@gmail.com

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